Antigua Sede de la Central Nacional de Trabajadores (CNT)
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El día de la Desaparición Forzada en Guatemala
Durante el conflicto armado interno, cerca de 40000 personas fueron desaparecidas
Juan Raúl Junay Pulido
El día de la desaparición forzada en Guatemala se estableció debido al secuestro de 27 sindicalistas de la Central Nacional de Trabajadores por parte del Estado de Guatemala el 21 de junio de 1980. Tras múltiples esfuerzos que hizo el Grupo de Apoyo Mutuo para hacerle saber a la sociedad guatemalteca sobre este problema nacional, el mismo congreso aprobó la conmemoración de este día en junio del 2004. Decenas de miles de personas desaparecieron durante el conflicto armado interno, pero es este hecho específico lo que se designó como símbolo para recordar a todos los desaparecidos de este terrible periodo histórico.
La Central Nacional de Trabajadores reunía a líderes sindicales de distintas empresas como Coca Cola, la fábrica de alimentos Kerns, Prensa Libre, entre otras. La situación laboral de todos los trabajadores no era generalmente favorable, por lo que era común las manifestaciones o las tomas de las plantas de las empresas, para exigir mejores salarios y mejores condiciones de trabajo. Además, era común saber de abusos que cometían los empleadores a sus empleados, por lo que se dio la necesidad de organizarse para poder enfrentar estas situaciones. Si bien desde mucho antes de 1980 ya existían los sindicatos a grandes rasgos en general, es justo la CNT la que capta la atención especial de los gobiernos de turno. La sede estuvo ubicada en la 9ª avenida 4-29 de la zona 1, donde actualmente se encuentra el colegio Santa Infancia. La CNT fue allanada cuatro veces desde 1976. Las veces anteriores al 21 de junio de 1980 no presentaron desapariciones, pues el proceso era diferente, los tomaban presos y les presentaban cargos falsos. Pero fue en el último allanamiento donde el gobierno del entonces presidente General Romeo Lucas García tomó medidas drásticas, llevándose a todas las personas que se encontraban reunidas ahí en esa ocasión. Entre las víctimas había una mujer embarazada y varias personas jóvenes entre 19 y 29 años.
El operativo tuvo gran magnitud, pues las calles que circundaban la sede de la CNT fueron cerradas, una camioneta tipo bronco se utilizó para abrir las puertas. “El Bananito” y “El Repollo” fueron los únicos sobrevivientes que se escaparon, subiéndose al tejado con una escalera, los demás desaparecieron. Cuando se retiraron del lugar se encontraron rastros de sangre y gran cantidad de objetos rotos.
Los medios de comunicación jugaron cierto papel cuando esto sucedió. Prensa Libre se enfocó en publicar la beatificación del hermano Pedro y otros diarios hicieron lo mismo. Solo el Gráfico informó lo que había sucedido en la CNT. Después de unos días la incertidumbre se manifestaba porque los sindicalistas no aparecían, es aquí cuando Prensa Libre publicó artículos mostrando integrantes de los sindicatos diciendo que nunca habían sido secuestrados, por lo que se generó confusión dentro de la sociedad. En los siguientes días, esos mismos diarios publicaban espacios pagados donde se expresaba la preocupación por la desaparición de los trabajadores de esas empresas, entre ellas Prensa Libre, pues una persona de este diario fue desaparecida.
El ministro de gobernación aceptó que esto pudo haber sucedido, pero negó toda participación del Estado y declaró que pudo atribuirse a grupos extremistas que querían inculpar al gobierno de Guatemala. El 24 de junio de 1980, el vicepresidente Francisco Villagrán Kramer declaró que los desaparecidos estaban en un destacamento militar en Coatepeque. Hay que tener en cuenta que hizo esta declaración ante la embajada de Estados Unidos (Gutiérrez, 2011).
Pero lo que no se puede saber a ciencia cierta es lo que sucedió con los sindicalistas tras su desaparición. No obstante, hay varios indicios de que pudieron haber sido torturados y después asesinados para luego desaparecer sus cuerpos. Esto se puede deducir de la experiencia de Álvaro René Sosa Ramos, quien también fue sindicalista de la CNT y secuestrado por el ejército de Guatemala el 11 de marzo de 1984. A Álvaro Sosa lo llevaron a un cuartel militar donde tenían a otras personas. Le dijeron que aceptara pertenecer a la guerrilla y que entregara a otras personas. Como se negó a dar información, lo torturaron quemándole cigarrillos, dándole choques eléctricos y golpes en todo el cuerpo. Mientras estuvo en ese lugar reconoció a otro sindicalista, Amancio Villatoro, quien también había sido secuestrado. Álvaro Sosa logró engañar a sus secuestradores diciéndoles que podía entregarles a alguien en un lugar de la zona 9, pues tenía que reunirse ahí con esa persona. Lo llevaron a esa localización para que les dijera quién era ese contacto a quien iba a entregar. Él les señaló a un grupo de gente, los secuestradores bajaron e intentaron secuestrar a unas señoritas, quienes empezaron a gritar. Debido a esta trifulca, dejaron de vigilar a Álvaro Sosa y es ahí cuando se escapa para entrar a la embajada de Bélgica. Al entrar a la embajada recibe disparos, los secuestradores tuvieron que huir. El personal de la embajada le salva la vida, pero Álvaro Sosa tuvo que exiliarse en el extranjero inmediatamente (Albizures & Ruano Najarro, 2009).
Es probable que los desaparecidos de la CNT hayan sido torturados y luego asesinados. No hay ningún indicio sobre el paradero de sus cuerpos, sus familias quedaron con el vacío de no poder saber que ocurrió con ellos.
Estos son los nombres de las personas desaparecidas:
Agustín Chitay Chapetón
Álvaro Orlando Estrada
Bernardo Marroquín Salazar
Crecencio Cornel Ordóñez
Cristina Yolanda Cabrera
Erwin René Hernández Paiz
Florencia Xocop Chávez
Florentino Gómez López
Héctor Manuel Sánchez González
Hilda Carlota Pérez Menéndez
Irma Candelaria Pérez Osorio
Ismael Vásquez Ortiz
Jorge Luis Serrano
Manuel Antonio Rodríguez
Manuel René Polanco Salguero
Mario Campos Valladares
Mario Martínez
Orlando Antonio García Rodríguez
Oscar Amando Salazar
Pedro Ramos Micatu
Rafael Antonio Aguilar Pérez
Sara Cabrera Flores
Selvin Arnoldo García López
Sonia Elizabeth Alecio
Tomás Roberto Pol
Cabe recordar que, en agosto del mismo año, 16 sindicalistas de la CNT que se reunieron en el Centro de Retiro Emaús fueron igualmente secuestrados y desaparecidos.
Referencias
Albizures, M. Á., & Ruano Najarro, E. (2009). ¿Por qué ellas y ellos? En Memoria de los Mártires, Desaparecidos y Sobrevivientes del Movimiento Sindical de Guatemala. Guatemala: ODHAG.
Gutiérrez, M. (2011). Sindicalistas y Aparatos de Control Estatal. Elementos para una Historia del Movimiento Sindical. Guatemala: SEPAZ.
Multimedia
Fotografías
Ubicación
¿Cómo llegar?Información general
Información de las víctimas
- Agustin Chitay Chapetón
- Alvaro Orlando Estrada
- Bernardo Marroquín Salazar
- Celso Santos Huaz
- Crecencio Coronel Ordóñez
- Cristina Yolanda Carrera Cabrera
- Edwin René Hernández Paiz
- Florencia Xocop Chavez
- Florentino Gomez Lopez
- Hilda Carlota Pérez Menéndez
- Irma Candelaria Pérez Osorio
- Ismael Vasquez Ortiz
- Jorge Luis Serrano
- Luis Roberto Bonilla
- Manuel Antonio Rodríguez Ramos
- Manuel René Polanco Salguero
- Mario Campos Valladares
- Mario Martínez
- Orlando Antonio García Rodríguez
- Oscar Armando Salazar
- Oscar Augusto Pérez
- Rafael Antonio Aguilar Pérez
- Rafael Estrada
- Roberto Lopéz
- Sara Cabrera Flores
- Sara Cabrera Flores
- Selvin Arnoldo García López
- Sonia Elizabeth Alecio