Placa a Carlos Caxaj, Facultad de Agronomía, USAC
Carlos Leonel Caxaj
El héroe que luchó por convicción y que hoy en día no se olvida, se imita.
María Fernanda Montenegro y Marcela Román
“Yo siempre he dicho, son almas de lucha, amor y conciencia”, expresa Maricela, hermana de Leonel, como cariñosamente lo llamaban. La meta de Carlos Leonel era un mejor salario para los maestros y mejores condiciones laborales, sin embargo en 1985, durante el gobierno del general Oscar Humberto Mejía Víctores, no lo dejaron continuar, lo amenazaron y ordenaron que tenía que callar, al no acatar esta orden, decidieron callarlo.
Historia de un líder
Carlos Leonel nació en el departamento de Sacatepéquez, específicamente en la Antigua Guatemala, el 11 de diciembre de 1949. Era el mayor de los ocho hijos de Carlos Caxaj y Graciela Rodríguez. Con mucho esfuerzo de sus padres, ya que eran tiempos muy difíciles con recursos muy limitados, estudió la primaria en el colegio Santa Familia y obtuvo el título de Maestro de Educación Primaria Urbana, en 1969, en el Instituto Antonio Larrazábal (INVAL).
Desde ese momento, él ya demostraba ser un líder y desempañaba algunos cargos al respecto. Siempre manejó una verdadera conciencia social, la cual heredaría no solamente a sus hermanos menores, sino a las próximas generaciones de familiares y amigos. Era un hombre pacífico, atento con sus hijos y con sus papás, muy cariñoso y siempre buscaba ayudar a todos, según lo describe su hermana menor.
En 1974 contrajo matrimonio con Brisna Álvarez, de cuya unión nacieron tres hijos: Brisna, Patricia y Carlos.
Realizó sus estudios como Ingeniero Agrónomo en la Universidad de San Carlos, en donde formó parte de la Asociación de Estudiantes de Agronomía, al mismo tiempo que desempeñaba el rol de docente. Carlos tuvo un papel importante también dentro de la Asociación Cultural Magisterial, buscando siempre mejoras para este gremio y para Guatemala en general.
Mientras trabajaba y luchaba por mejores condiciones, con la conciencia que lo caracterizaba, también buscaba sin descanso a su hermano Marco Antonio, a quien secuestraron en 1982 por las mismas razones y por el papel activo que también ejercía.
“Él quería que el magisterio tuviera mejoras porque decía que si el maestro estaba bien, podía desempeñarse mejor en su trabajo”, comenta Maricela. Agrega que su hermano ejerció un papel como ciudadano activo en un tiempo muy difícil y peligroso en el que expresar una idea o realizar algún movimiento en pro de los trabajadores y de los ciudadanos en general lo convertía en un enemigo del gobierno.
Víctima de la dictadura
Debido a que Carlos no aceptó las condiciones que le imponían y que le pedían que callara y no luchara más, el 29 de julio de 1985, durante el gobierno del general Oscar Humberto Mejía Víctores, en la esquina de su casa lo asesinaron.
“Ese día no llevó carro, se bajó del bus en la colonia Valle Verde, en la zona 7; iba caminando cuando un carro lo siguió. Las personas que lo vieron eso es lo que cuentan, que le dispararon en las piernas. Él todavía logró levantarse, luego le dispararon en la espalda y aun así siguió caminando hasta la esquina de su casa y ahí en la esquina cayó de rodillas, lo voltearon y… por supuesto como era típico… el tiro de gracia”, expresa Maricela mientras baja la voz entrecortada, ojos llorosos y movimientos en las manos que reflejan lo difícil que es recordar ese momento.
“Leonel siempre dijo que no iba a descansar hasta encontrar a Maco: ¨Sea como sea pero lo tenemos que encontrar”. Es por eso que aún después de su muerte, la familia continúo la búsqueda. Solicitaron en varias ocasiones audiencias con el general Mejía Víctores, que finalmente fueron concedidas.
Durante esas audiencias el único que podía ingresar con el mandatario era el padre de ambas víctimas, el Señor Carlos Caxaj, mientras que su esposa debía esperarlo afuera encañonada por al menos cinco soldados. ¿Te puedes imaginar ese dolor? pregunta Maricela.
Durante las audiencias las respuestas de Mejía Víctores no solucionaban la situación, pero alimentaba la esperanza de encontrar a Marco Antonio.
Efectos colaterales
Otra de las muchas consecuencias de estos sucesos es la separación que la familia vivió. Debido al secuestro de Marco Antonio y a la muerte de Carlos Leonel, los otros dos hermanos tuvieron que salir del país con sus familias. Se encuentran en Canadá, al igual que la esposa de Leonel. Fue una situación difícil que tuvieron que trabajar y manejar con sus hijos con apoyo profesional, especialmente con los hijos de Leonel ya que Carlitos, el hijo varón de éste, manifestó todos estos problemas.
Fueron muchos golpes para la familia Caxaj, pero especialmente para los padres. Según comenta la hermana menor, el papá no resistió, su corazón estaba débil y falleció hace ocho años. Por el contrario, la mamá ha sido una mujer fuerte que ha sabido enfrentar todo lo que sucedió. Vivieron muchas humillaciones por parte de vecinos. No fueron pocos los que veían a la familia de Carlos caminar por las calles y se alejaban de ellos porque pensaban que algo les podía pasar si los saludaban.
Actualmente continúa el proceso de búsqueda de Marco Antonio, así como de justicia para ambos casos. La hermana de Carlos Leonel y sus hijas están llevando los casos en la Corte Interamericana de Justicia. Es evidente que esto no va a devolverlos al seno familiar, pero ellos siguen luchando porque se haga justicia. “Aunque ya no estén los autores intelectuales de todo esto, pero no nos daremos por vencidos”, expresa con convicción Maricela.
Para honrar su memoria
En honor a la memoria y lucha de Carlos Leonel, se han realizado y siguen realizándose actividades en la Universidad de San Carlos de las cuales la familia ha participado. Una placa y un mural se encuentran en las instalaciones de la universidad, la placa está ubicada en la Facultad de Agronomía.
Este memorial en honor a Carlos Leonel Caxaj Rodríguez fue donado y colocado por su familia en 2010, en homenaje y conmemoración de los 25 años de su asesinato, con el apoyo de la Asociación de Estudiantes de Agronomía.
Este acontecimiento se difundió en varios periódicos, con el fin de que la población guatemalteca participara y fuera testigo de esta reconstrucción de memoria histórica.
Maricela comenta que su hermano siempre los motivó a luchar por sus ideales y por una Guatemala mejor, lo cual consideran su herencia y legado. “Leonel siempre nos decía: mantengan esa conciencia, no la dejen”. A pesar del tiempo que ha transcurrido, la familia Caxaj nunca olvidará a Carlos y Marco Antonio y conservarán con ellos la esperanza y sed de justicia.
Hoy en día cada uno de los miembros de esta familia, desde su contexto, lucha por una Guatemala mejor y por ser ese cambio que el país necesita. Era inevitable no llorar la muerte de Carlos Leonel o el secuestro de Marco Antonio, pero practican y llevan en el corazón la frase que Carlos Leonel siempre decía: “Los mártires y los héroes no se lloran, se imitan”.
Multimedia
Fotos
Dirección:
Ciudad Universitaria zona 12, ciudad de Guatemala.
Ubicación:
Facultad de Agronomía
Cómo llegar:
Tipo de sitio de memoria:
Placa
Estado sitio de memoria:
Buen estado
Tipo de delito:
Asesinato
Comunidad lingüística:
Castellano