Nichos de Chuatroj
Víctimas sin nombre
Por Leopoldo Salvador Batz
La Aldea de Chuatroj de Totonicapán, fueron hallados siete cuerpos con señales de violencia a un costado de la carretera entre la maleza un 11 de noviembre de 1981. Lugareños 33 años después les dan un entierro digno.
En los 36 años que duro el conflicto armado en Guatemala entre 1960 y 1996, los actos de represión y violencia provocaron más de más de 200 mil muertos, 45 mil desaparecidos y más de un millón de desplazados.
El terror sin precedentes con operaciones de secuestros, ejecución, persecución y otras atrocidades marcaron los años trágicos y devastadores de Guatemala.
Fueron varios los escenarios visibles de la deliberada política de asesinatos extrajudiciales.
A inicios de la década los ochenta, fue común observar en la carretera interamericana al occidente ruta hacia Totonicapán, cuerpos colgados entre las ramas y tirados a la orilla de la carretera con señales de violencia.
Y para conocer de cerca estos hechos, emprendimos el viaje a la pequeña comunidad de Chuatroj ubicada en la parte occidental de Totonicapán, que colinda con la ruta interamericana, a 6 kilómetros de cuatro caminos (km 187.5).
Para poder realizar las entrevistas, obtener datos y documentar este reportaje, se solicitó el aval de la Alcaldía Comunal de este lugar, a cargo de su alcalde señor Sebastián Vásquez.
En esta comunidad hallamos y entrevistamos a Don Francisco Puac de 62 años, anciano de la aldea Chuatroj , quien narra que fue en el año 1981 cuando el fungía como alcalde auxiliar de esta comunidad que le toco observar y vivir los actos criminales de esta guerra.
“En esos tiempos habían cuerpos tirados a la orilla de la carretera, encontramos siete tirados debajo de la montaña”
Los cuerpos encontrados a la orilla de la carretera en ese año, presentaban señales de violencia y estaban irreconocibles.
“Este tiempo el conflicto armado, los guardabosques que cuidan las montañas llegaron un día a mi casa y yo estaba de alcalde ese tiempo, entonces me informaron dijeron: “Haga favor llame a sus compañeros y vamos con nosotros y vamos a ver unos cadáveres que están tirados allí, en el lugar llamado Chuicruz. Nos fuimos para haya y vimos los siete cadáveres tirados entre la montaña, pero hay unos ya están comidos parte de sus cuerpos por los perros. Entonces en ese momento los de Vásquez (vecinos y autoridades) nos comunicamos con ellos y llego el juez, fue a ver, después lo levantaron”.
Don Francisco continúa narrando, que los vecinos del cantón Vásquez, donde fueron hallados los cadáveres, dialogaron y llegaron a un acuerdo que por falta de espacio en el cementerio de esta comunidad, era mejor llevarlos a la aldea Chuatroj. Después de ponerlo en consenso con las autoridades y vecinos de Chuatroj los enterraron en esta comunidad..
Isidro Puac que es secretario electo de la alcaldía de Chuatroj para el 2016 comenta que son varias las historias que las personas de edad cuentan sobre estos hallazgos.
“De acuerdo a las historias que nos cuentas nuestros padres, a mí me contaron que en ese lugar, cerca de donde se encontraron los siete que estaban totalmente destrozados y desnudos, en esa época se apreciaban en los arboles brazos, cabezas amarradas con alambre. Como para sembrar miedo. Mi papá me comenta que en el mirador llamado la Pistola, que allí quemaron a cuatro, quedaron carbonizados. En esos tiempos había un miedo fuerte, eso nos comentan los mayores quienes vivieron directamente eso”.
Cuerpos presentaban señales de violencia
Don Francisco Puac continúa su narración y señala que los cuerpos estaban en estado de descomposición.
“Esas personas ya no tenían ropa, no más tenían calzoncillos. No se reconocían, una parte del cuerpo estaba comido, no se sabían qué edad tenían”.
Isidro Puac de profesión docente y que ha cerrado el pensum de Licenciatura en Historia y Ciencias Sociales, también nos comenta sobre cómo fueron hallados los cuerpos de las siete víctimas enterradas en esta comunidad.
“De acuerdo a la versión de los líderes comunitarios y quienes vivieron eso, cuentas que tenían señales de haber sido tortura, pero por el tiempo que llevaban allí los animales se habían comido parte de su cuerpo. Mencionan que se hizo un trámite con el Juez para traerlos y enterrarlos acá. Muchos habían recomendado que mejor se quedaran allí, por temor. Hasta cierto punto representaba riesgo traerlos, sin embargo en asamblea la comunidad lo decidieron. Juntaron ropa y se las pusieron. Abrieron dos zanjas, en uno dejaron cuatro y en otro tres. Así fue como la comunidad decidió tenerlos aquí. Porque Chuatroj es netamente solidario”
Amenaza de muerte
La destrucción de comunidades, persecución y asesinato contra sus líderes, se convirtió en una práctica común, como un plan del gobierno para detener la insurgencia. Don Francisco Puac a los pocos días de realizar y autorizar el entierro de los siete cuerpos, recibió por correo un documento con amenazas de muerte.
“Recibí por correo un documento donde me pedían un listado de todas las viudas de la comunidad y que lo fuera a dejar al kilómetro 170. Y dije yo. -Que voy hacer? -Lo saco o no lo saco. Si no lo sacas vamos a visitarte con 40 personas armadas. Decía el escrito”.
Puac se sintió presionado. La carta la llevaron con varios vecinos y autoridades a la comandancia de la reserva militar en Totonicapán. A lo que el encargado de la comandancia les dijo -“cualquier cosa siempre nos avisa”.
“A los pocos días como a las siete de la noche, vinieron un montón de carros, con sus luces. Puta a mí me dio miedo .De repente son esos dije y mejor me salí de mi casa y dormí en casa de mi Papá. Ese listado no lo saque, hubiera sacado no sé qué hubiera pasado también.
Pobladores exigen exhumación
El 31 de mayo de 2011 y pasados 30 años de este hecho, a petición de los pobladores, exigieron la exhumación de los siete cuerpos, convirtiéndose en la primera que se realiza en Totonicapán relacionada con víctimas del conflicto armado.
La excavación estuvo a cargo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, que ha realizado en 23 años varias investigaciones antropológicas forenses en 19 departamentos del país, en búsqueda de personas desaparecidas en el conflicto armado
Las osamentas fueron enviadas a los laboratorios de la FAFG para establecer el género y causa de su muerte. Después del estudio les fue asignado un código. Por si aparecieran sus familiares, se compararan las pruebas de ADN para su identificación.
Entierro digno, según sus costumbres
Varios son los esfuerzos que la sociedad guatemalteca realiza por establecer su pasado y plasmarlos en la memoria historia.
Este es el caso de esta comunidad que en el 2015, decidió respetar, valorar y honrar la memoria de estas siete víctimas.
Como se había acordado con la FAFG , que si no se encontraban a sus familiares, habían que retornar los restos a esta comunidad.
Fue así que el 25 de febrero de 2015 y como parte de la conmemoración del día de la dignificación de las víctimas del conflicto armado interno, con el apoyo del consejo de Autoridades comunales de Chuatroj, Asociación Oxlajuj Ajpop de Huehuetenango, se realizó el acto ceremonial.
Isidro Puac nuestro otro entrevistado, quien en esos días era el director del Instituto que funciona en esta comunidad, nos narra cómo se realizó y gestiono económicamente este acto memorable.
“La comunidad en asamblea, se dijo que les construyera un nicho. La autoridad pidió apoyo a instituciones educativas, para coordinar la recepción. Recuerdo que ambas instituciones hicieron un periódico mural en el salón, relatando todo lo que sucedió durante los 36 años de guerra interna. Los estudiantes hicieron el trabajo de investigación para presentarlos”.
La idea era que cuando vinieran los restos, niños, jóvenes y adultos conocieran la historia negra de Guatemala “.
“Fueron tres días de homenaje. Los cristianos evangélicos hicieron una actividad para que el espíritu del alma se liberara. Otro día para los católicos para una misa y la ceremonia maya, para pedir por el espíritu de esas personas pudieran quedar en santa paz. No encontraron a sus familiares, sin embargo la comunidad ya los siente que son suyos y somos gente que vivimos la parte espiritual”.
Este es considerado por los lugareños como un acto de solidaridad. En la Cosmovisión Maya somos partículas de un cosmos, entonces todos somos iguales, la naturaleza y el sur humano y sobre esa base se pensó finalizó Puac.
La comunidad educativa, pobladores y cooperantes, asistieron al entierro masivo según sus costumbres. Acompañados de música fúnebre de banda los despidieron y los enterraron en el cementerio de la localidad.
Pobladores a cargo de la limpieza del sepulcro
Las autoridades comunitarias y los pobladores tienen por consigna darle mantenimiento y limpieza al sepulcro. Se hacen dos limpiezas al año, antes del día de los santos, es una faena comunitaria que todos los vecinos realizan. El que tiene el cuidado es el custodio del cementerio que es un servicio comunitario ad honorem.
Para poder llegar al sitio, se toma como referencia cuatro caminos y en el lugar hay varios vehículos que viajan al lugar, que queda a 200 kilómetros de la ciudad capital y a cinco kilómetros del municipio de Salcajá Quezaltenango.
El cementerio se halla a unos 400 metros del centro de la comunidad.
Los restos de estas siete víctimas descansan en el mismo lugar donde fueron sepultados en 1981. Ahora cuentan con un sepulcro con sus respectivas bóvedas y una plaqueta con la leyenda: “Aquí descansan los restos de siete hombres valientes, guatemaltecos que dieron su vida por el país”.
Agradecimiento a los vecinos de la aldea Chuatroj, por su conciencia social, humanismo, principios y valores cristianos, manifestados en este hecho.
CREDITOS:
Este reportaje fue realizado por el periodista Leopoldo Batz como proyecto final del taller sobre memoria histórica realizado en Guatemala por la Deutsche Welle Akademie en noviembre del 2015.
Lugar. Aldea Chuatroj Totonicapán.
Sitio: Cementerio comunal de la Aldea Chuatroj.
Entrevistas: Santos Nicolas Puac- Alcalde Auxiliar año 1981 y testigo.
Entrevista: Isidro Puac- Docente y Secretario Comunal electo 2016.
Autorización para realizar la visita a la comunidad: Sebastián Antonio Vásquez- Alcalde Comunal Aldea Chuatroj.
Multimedia
Fotos
Dirección:
Cementerio comunal de la Aldea Chuatroj.
Ubicación:
Cómo llegar:
Para poder llegar al sitio, se toma como referencia cuatro caminos y en el lugar hay varios vehículos que viajan al lugar, que queda a 200 kilómetros de la ciudad capital y a cinco kilómetros del municipio de Salcajá Quezaltenango.
Tipo de sitio de memoria:
Placa
Estado sitio de memoria:
Buen estado
Tipo de delito:
Masacre
Comunidad lingüística:
Castellano