Publicado el 26 de noviembre de 2015

Masacre de mártires

Edith Marlenny Conoz Saquic

Zacualpa es uno de los municipios del departamento del Quiché en donde muchos fueron víctimas ante los actos de violencia durante el período del conflicto armado interno. El día 18 de noviembre realicé una entrevista con Juliana García Misionera de la parroquia del Espíritu Santo relatando la historia del municipio.

 

Fotografía: Cruz de representación de los mártires

 

“Hubo muchos asesinatos y tortura de hombres y jóvenes por ser líderes en sus comunidades y por predicar la palabra de Dios con todos los campesinos y mujeres que vivían en una angustia de dolor. La parroquia del Espíritu Santo fue utilizada para violar a las mujeres y luego fueron asesinadas por el ejército de Guatemala. Tenemos el caso de un niño llamado Juan Cabrera que tuvo la oportunidad de estudiar tres años en la escuela primaria, aprendió a leer y escribir pero por toda la violencia que había empezó ayudar a los catequistas a predicar la palabra de Dios pero eso le costó la vida al niño quien fue asesinado”.

 

Fotografía: Asesinados por el ejército

 

“Muchos hombres, jóvenes, mujeres y niños fueron detenidos y tirados en un pozo de 75 metros de profundidad. Algunos de ellos lograron salir. Empezaba la lluvia y el viento que hacía que los soldados se quedaran durmiendo mientras las personas salían del pozo. Pero a los pocos mesesfueron descubiertos y luego masacrados cruelmente, quitándoles la cabeza que eran utilizadas para intimidar a los demás habitantes” (comentó García).

 

Fotografía: Representa la primera mujer con su hijo en la espalda arrojada en el pozo

 

En el pozo quedaron depositados los cuerpos de las personas que no lograron salir y al pasar del tiempo se escuchaban las voces y gritos de las personas fallecidas. Se sentía el olor a sangre derramada. Esto fue considerado como una señal de nuestros mártires exigiendo justicia por su muerte. Desde ese entonces se hicieron gestiones para que se realizara la exhumación de los cuerpos y así darle a cada uno un entierro. Este lugar se había convertido en un cementerio clandestino. Estoocurrió entre 1980 y 1986 por el ejército de Guatemala”. Esta información fue brindada por Juliana García Gutiérrez misionera de la parroquia.

 

Fotografía: Pozo

 

Fotografía: Datos de las personas fallecidas en el pozo

 

Actualmente en el lugar hay una capilla para conmemorar a los mártires donde 47 personas fallecieron y fueron arrojadas en el pozo.

Este sitio funciona gracias a la organización de varias mujeres viudas junto con los frailes franciscanos menores y hermanas religiosas Franciscanas de San Antonio. Surgió como una necesidad de recordar a los mártires, y como responsables de cuidado del sitio están las hermanas franciscanas que velan por la capillas.

 

Fotografía: Capilla de Martirio

 

Fotografía: Capilla del Pozo